por Ahtziri Valdivia
El embarazo es una etapa de transición, preparación y purificación. Los padres tenemos el tiempo que dura el embarazo como una oportunidad para hacer una revisión a conciencia de todo lo que nos estorba para ser padres; problemas con nuestros propios padres, creencias que nos limitan, miedos, resentimientos, círculos sin cerrar, sentimientos invalidados y reprimidos, entre tantas cosas que no nos permiten disfrutar plenamente de nuestra maternidad-paternidad.
Ciertamente hay muchas parejas, cada vez más, que se preparan antes de la concepción para éste acontecimiento, cuidando la alimentación, ahorrando, haciendo rituales etc. Sin embargo la gran mayoría de las parejas toman conciencia de ésta necesidad más tarde, las mujeres hasta que sienten a su hijo dentro de su vientre y los hombres hasta que hay evidencia tangible de la próxima llegada de un nuevo ser a sus vidas, como lo es el crecimiento del vientre de su pareja, las pataditas y los movimientos del bebé que se pueden observar y los cambios que se van haciendo en la vida cotidiana, en los espacios y muebles de la casa, las actividades etc.
Cada uno a su propio ritmo y a su manera, reconoce esta necesidad de sanar viejas heridas, resolver las dudas, llenar los vacíos y limpiar en medida de lo posible todo su ser. Comparto un ritual que me compartió mi doula durante el embarazo. Es un baño de purificación que ayuda a limpiar, a sanar y a entrar en un estado de serenidad y paz para recibir con amor a nuestros hijos al nacer.
Baño de purificación en pareja. (Es recomendable hacerlo tres veces antes del parto)
En un a olla grande con agua, agregas unas ramas de ruda romero, albahaca hierbabuena pétalos de rosa y de clavel, lo pones a fuego medio y una vez que comienza a hervir lo apagas y lo dejas reposar unos minutos.
Después de darte un baño con tu pareja, con agua y jabón toman las ramitas y pétalos para formar cada uno un estropajo y se van tallando el cuerpo de pies a cabeza, diciendo mentalmente todo lo que quieran limpiar y dejar de lado, (los miedos, las dudas, los resentimientos y cualquier cosa que les estorbe), luego se enjuagan con el agua de las hierbas y van diciendo lo que necesitan para recibir a su hij@ (seguridad, amor, confianza, etc.) visualizando como el agua y las hierbas se los va proporcionando, y sin secarse el cuerpo con la toalla, se visten y van a la cama bien cobijados.
¡Qué lo disfruten!
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