por Ahtziri Valdivia
Durante el parto la
incertidumbre puede llegar para instalarse
en tu
mente, ¿cuánto va a durar, cuánto dolerá, qué tengo que hacer, esto que siento es normal? y la lista de preguntas podría ser infinita. Por más que te prepares para el
parto, leas, tomes cursos, y te hayan
platicado anécdotas que te relatan
lo maravilloso o desastroso que
puede ser un parto, o incluso cuando tú misma hayas tenido
experiencias de parto previas, cada mujer, cada parto y cada bebé son únicos, por lo que un nacimiento no se puede predecir.
Si bien muchas mujeres y cada vez más, tratan de
disminuir la incertidumbre mediante intervenciones médicas que van desde el monitoreo fetal continuo, la inducción del parto, hasta la cesárea, hay otras alternativas que son menos invasivas para ti y para tu bebé.El parto en casa es
una opción que puede ayudar a crear
un ambiente cálido y reconfortante, ya que es un
espacio conocido, y puede que
te sea más fácil empoderarte para tomar decisiones, sobrellevar el
dolor y conectar con tu bebé, con tu cuerpo y con tu interior.
Decidir parir
en casa no
es una decisión aislada, tiene
como trasfondo una forma específica de
entender el parto, como un evento natural y
saludable, como un acontecimiento intimo, en donde es
posible la privacidad, el trato cálido,
las risas, los gritos, los
cantos, las emociones y sobre todo la
celebración del nacimiento de tu bebé.
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